Nuestra historia

«Un dulce recuerdo y lo que el futuro nos trae»

Nuestra trayectoria

En 1953, Luis Santos Fernández inauguró su obrador en el número 26 de la calle Consolación en Torrelavega. Con esfuerzo y dedicación, estableció los cimientos de lo que se convertiría en un referente de la repostería en la región. En 1964, su hijo, Luis Santos San Miguel, se unió al negocio familiar, aportando su maestría y creatividad. Fue él quien creó la famosa tarta de hojaldre y consolidó la reputación del hojaldre de la confitería, siendo reconocido por expertos gastronómicos.

En la actualidad

Hoy en día, la tercera generación continúa la tradición familiar. Junto a un equipo de profesionales, mantiene vivos los valores de calidad y artesanía que han caracterizado a la confitería desde sus inicios. El obrador sigue elaborando productos emblemáticos como la tarta de hojaldre, las polkas de Torrelavega y los almendrados, combinando tradición y modernidad para satisfacer a los clientes.

Además, la confitería ha ampliado su presencia con una tienda en Madrid, ubicada en la calle Fernán González 13, en el barrio de Salamanca, llevando las especialidades a un público más amplio.

Santos es más que una pastelería. Es un legado familiar que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder la esencia, ofreciendo productos de alta calidad que han deleitado a generaciones de clientes.